Neuroeducación 2025: Cómo aprender mejor según la ciencia

July 8, 2025


               Una docente explica un tema frente a un grupo de alumnos.

En este artículo, la Mtra. Anaid Cruz Bellazetín, Supervisora ​​Académica de UIW Global Online, explica los principales aportes de la neurociencia al campo pedagógico, los cuales podrían ser útiles para el proceso de aprendizaje de tus estudiantes. 


“La educación empieza con la vida y no acaba sino con la muerte” (José Martí, 1975).

 

El cerebro humano es un órgano excepcionalmente adaptable y fascinante, cuya profunda comprensión es esencial para entender los procesos de aprendizaje en las diversas etapas del desarrollo a lo largo de la vida. A medida que profundizamos en la comprensión de su estructura y funcionamiento, emergen nuevas oportunidades para optimizar las prácticas de enseñanza-aprendizaje.


A continuación, te describiré brevemente algunos aportes significativos de la neuroeducación al ámbito pedagógico que podrían ayudarte a aplicar, ya sea en tu proceso de aprendizaje o en el de tus estudiantes:  

  • La plasticidad neuronal como un principio esencial del aprendizaje; esto es la capacidad del cerebro para reorganizarse y adaptarse a nuevas experiencias. En la infancia, la plasticidad desempeña un papel crucial en el desarrollo, facilitando el crecimiento y la adquisición de habilidades fundamentales. En la adultez, desempeña una función adaptativa que nos capacita para enfrentar nuevos desafíos, adquirir conocimientos inéditos y alterar patrones previamente establecidos. 
  • Las emociones desempeñan un papel crucial en los procesos cognitivos. Aunque todas las emociones son positivas porque buscan la adaptación del ser humano, su impacto puede ser tanto positivo como negativo; y, si se utilizan bien, mejorarán los resultados académicos. Diversos estudios en neuroeducación han evidenciado que un estado emocional positivo facilita la atención, la memoria y la motivación, componentes fundamentales para un aprendizaje significativo. 
  • Un entorno de aprendizaje ha de ser relevante, intenso y frecuente para que aprovechemos al máximo la plasticidad cerebral. Además, debe ser considerado como un espacio seguro, afectuoso y estimulante, donde los estudiantes se sientan libres para explorar, cometer errores y desarrollarse. 
  • La experiencia adquiere particular importancia: a mayor frecuencia, relevancia e intensidad, mayor será la probabilidad de consolidar nuevos aprendizajes. Conectar conocimientos previos con nuevas experiencias facilita el crecimiento intelectual. Por lo tanto, es esencial cultivar la curiosidad incesante, la perseverancia y una actitud proactiva hacia el conocimiento.
  • Las recompensas y el reconocimiento de los logros , aunque sean menores, pueden, gradualmente, resultar en avances significativos en el aprendizaje. Si algo nos parece muy satisfactorio, lo vamos a recordar mejor. 
  • El trabajo colaborativo se presenta como una estrategia eficaz; facilitar la interacción entre estudiantes, el contraste de perspectivas, el intercambio de conocimientos, el diálogo, la inclusión y la construcción conjunta del saber, distanciándose de enfoques tradicionales basados ​​en la memorización individual y el silencio. 
  • Finalmente, la metacognición representa otro pilar fundamental de la neuroeducación. Implica la autorregulación del aprendizaje, cultivar la conciencia sobre nuestros procesos cognitivos: ¿qué quiero o necesito aprender? ¿cómo lo aprendo? ¿Cómo me organizo? ¿Qué estrategias me resultan más efectivas? ¿Cómo sé que lo aprendí? Fomentar esta autorreflexión en uno mismo y en nuestros estudiantes no solo optimiza el rendimiento académico, sino que también estimula la autonomía, la capacidad crítica y el pensamiento estratégico.

La labor del docente adquiere una importante responsabilidad ética y pedagógica. No es suficiente con impartir conocimientos; es imperativo evocar emociones, estimular la curiosidad y crear experiencias educativas genuinas y significativas.

              grupo de estudiantes en un aula levanta la mano con entusiasmo para responder a una pregunta del docente

Es fundamental involucrarse en sus contextos, comprender sus intereses y desafíos diarios, y desarrollar ejemplos relevantes que vinculen el contenido académico con su realidad inmediata. Este proceso de acercamiento y empatía debe ser guiado por una reflexión continua sobre el cambio que deseamos implementar en el aula y en nosotros mismos como educadores.

En conjunto, estos principios esbozan una práctica educativa transformadora, basada en el conocimiento científico del cerebro y dedicada al desarrollo integral de los individuos. “No creo mucho en la inteligencia en sí, pero sí creo que los motores de la inteligencia son el amor por aprender, la curiosidad y la perseverancia” (Tirapu, 2023, p.39).

 


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